Add parallel Print Page Options

25 No abrigues en tu corazón deseos por su belleza,
    ni te dejes cautivar por sus ojos,
26 pues la ramera va tras un pedazo de pan,
    pero la mujer de otro hombre busca tu propia vida.[a]
27 ¿Puede alguien echarse brasas en el pecho
    sin quemarse la ropa?

Read full chapter

Footnotes

  1. 6:26 tu propia vida. Lit. un alma valiosa.